A raíz de la pandemia mundial, el porcentaje de personas que han decido probar suerte en la teleformación ha aumentado de forma considerable.
El ciudadano de a pie ha cambiado su metodología de aprendizaje y necesariamente ha tenido que dar su mano a torcer en pro del uso de la tecnología para poder continuar con sus estudios. Así mismo, las empresas que no contaban ya con la digitalización para la formación de sus empleados han apostado por actualizar y modernizar sus ofertas educativas para poder seguir compitiendo en el mercado laboral.
Como podemos apreciar, la formación on-line está al orden del día y no abogar por su incorporación puede significar que nos quedemos obsoletos impidiendo un avance personal y profesional.
Ahora bien, no basta solamente con ofrecer un simple curso e-learning, si queremos crear una formación exitosa que propicie un cambio y un aprendizaje en nuestros alumnos o empleados debemos tener una serie de aspectos a tener en cuenta a la hora de plantear y crear nuestra oferta formativa.
¿Cuáles son los principales aspectos a considerar en la creación de un curso de éxito?
Lo primero que debemos tener en cuenta al plantear nuestro curso online es preguntarnos cuál es el tema que queremos abordar, cuáles son nuestros objetivos y qué queremos conseguir con nuestra formación.
A través de nuestro objetivo general y de nuestros objetivos específicos debemos empezar a estructurar nuestro curso en base a las habilidades y competencias que va a adquirir el alumnado al finalizar el curso.
Es importante que los objetivos se redacten de una manera clara y no confusa, deben describirse en infinitivo y ser evaluables.
Todo esto se plasmará en la planificación del curso, la cual debe concordar con la meta final a la que queramos llegar. Una buena organización pude suponer una distinción muy significativa entre el abandono y el éxito del estudiantado.
Una vez tengamos claro el punto anterior, es la hora de buscar y seleccionar la información para nuestro contenido. Este punto puede resultar ser especialmente abrumador si tenemos en cuenta que hoy en día disponemos de miles de fuentes donde elegir.
Mediante la técnica de curación de contenidos, seleccionaremos aquellos contenidos que sean útiles, filtrando entre toda aquella información que nos pueda llegar de diferentes canales, y recopilando solo aquella que realmente sea de nuestro interés, para posteriormente poder difundirla.
El punto clave de este proceso es que la información seleccionada ha de ser capaz de garantizar alcanzar nuestros objetivos, así como permitir la evaluación de los resultados obtenidos.
En el apartado de metodología debemos responder al “cómo” van a conseguir nuestros/as estudiantes alcanzar los objetivos planteados en el primer punto.
Para ello debemos plantearnos una serie de preguntas como: ¿cómo es nuestro público?, ¿cuáles son sus necesidades?, ¿cómo vamos a guiarlos durante este proceso de enseñanza-aprendizaje?, ¿cómo vamos a evaluar su conocimiento?, ¿qué recursos personales/materiales disponemos?
El enfoque que tomemos en este punto será el que ofrezca al alumnado una experiencia de aprendizaje óptima y única en la que ser capaz de desarrollar sus habilidades.
La educación basada en competencias, la gamificación, y el aprendizaje condicional o adaptativo son algunos ejemplos de metodologías que podemos aplicar.
Uno de los principales problemas que nos encontramos a la hora de crear un curso online es que nuestro público muchas veces no está familiarizado con el entorno, y esto puede provocar una situación de estrés. Es por ello por lo que a la hora de desarrollar nuestra plataforma educativa debemos tener en cuenta que esta sea sencilla, intuitiva además de atractiva.
Las plataformas educativas como Moodle nos permiten personalizar el entorno para dar respuesta a la diversidad del alumnado, además de ofrecer un ambiente distendido e individualizado en el que favorecer la experiencia de aprendizaje.
Por lo que respecta al contenido, múltiples son los recursos que podemos utilizar para plasmar nuestro material.
Debemos tener en cuenta que la presentación del contenido y la interactividad son elementos que mejoran la motivación del alumnado, así como su compromiso y participación. Crear este tipo de recursos pude exigir un cierto nivel de destreza y de domino de la herramienta.
Por último, un buen diseño instruccional durante la creación de los contenidos será clave para el éxito del aprendizaje.
No es ninguna sorpresa hablar hoy en día de los altos niveles de deserción que sufren los cursos online, bien sea por falta de compromiso o sensación de abandono.
Es importante saber que, aunque no se trate de una formación presencial, en los cursos e-learning existen muchos mecanismos para romper esa brecha impersonal que aparentemente existe en la formación a distancia.
Son los/as tutores/as los/as que deben responder a este desafío y dar respuesta a las necesidades del alumnado acompañándolo y guiándolo durante este arduo camino. Son ellos y ellas los/as que deben ser capaces de empoderar al/a la estudiante para que este/a sea capaz de gestionar su propia experiencia de aprendizaje.
Resolver dudas, ofrecer y facilitar información, plantear sugerencias y dar consejos, fomentar la participación e interacción, evaluar la calidad de las tareas realizadas y dar feedback, son algunas de las labores del/la docente.
La formación online es un reto que debemos abordar con especial entusiasmo. Sin embargo, el e-learning exige un sobreesfuerzo por lo que debemos ser prudentes si queremos asegurar un aprendizaje de calidad. Debemos ser proactivos y tener en cuenta que son muchas variables las que afectan al resultado del aprendizaje. La responsabilidad del éxito formativo está en nuestras manos.
Si después de leer este post aún te quedan dudas o te ha picado la curiosidad sobre la teleformación, no dudes en contactar con nosotros/as, estaremos encantados de orientarte.