Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han entrado a formar parte de la estructura pedagógica y la organización didáctica tanto de escuelas como de universidades. A día de hoy, es inevitable asociar el crecimiento exponencial de la digitalización en la educación con la Pandemia del COVID-19, la tecnología educativa con avance o la innovación tecnológica con prosperidad. No obstante, bajo el inevitable binomio de tecnología educativa y avance, se esconde la inexplicable combinación de tecnología educativa y exclusión.
Si somos conscientes de la realidad electrónica y digital que nos rodea, nos habremos encontrado alguna vez en la tesitura de no saber cómo interpretar la información que se nos presenta. Desde contar con bajo contraste de color con el texto y no poder leer bien la información, pasando por imágenes sin texto alternativo sin entender muy bien porqué están ahí, links que no nos llevan a ninguna parte, texto demasiado pequeño o incluso botones vacíos. Estos errores tanto en el diseño de interfaces de usuario, como en el diseño de materiales e-learning, dificultan enormemente el entendimiento del contenido y se agrava aún más para el alumnado con dificultades del aprendizaje específicas.
Tradicionalmente, la mayoría de los diseñadores de tecnología educativa se han centrado en la usabilidad de sus soluciones, dejando desatendidos asuntos necesarios de accesibilidad, lo que consecuentemente ha provocado que algunos alumnos no puedan descifrar el contenido de aprendizaje y por tanto hacer de este un buen uso. ¿Sabías que el 14% de la población de la Unión Europea entre 15 y 64 años tiene algún tipo de dificultad para realizar actividades básicas?
Para hacer frente a esta situación, son cada vez más las soluciones EdTech que optan por incluir en su diseño aspectos de accesibilidad para no dejar desatendido a nadie y que todas las personas puedan descifrar cualquier información presentada en formato digital. La crisis del COVID-19 ha provocado altercados en la educación presencial, haciendo que evolucione hacia modelos blended o incluso online, lo que ha generado la necesidad de que los contenidos sean todavía más inclusivos y universales.
Cómo ofrecer experiencias accesibles, inclusivas y universales con Blackboard Ally
La idea de accesibilidad no debe atribuirse únicamente a personas con alguna discapacidad, pues el pretexto de esta es dar respuesta a la diversidad, ofreciendo a todas las alumnas y alumnos las mismas oportunidades educativas, mejorando la calidad de las experiencias de aprendizaje y garantizando que todos tengan un mejor acceso al material educativo online.
La evolución en la tecnología educativa ha hecho posible que hoy contemos con soluciones revolucionarias centradas en hacer accesible los contenidos de los cursos online. Con el propósito de hacer la vida de las y los docentes cada vez más fácil y de ayudar a las organizaciones educativas a acelerar la creación de experiencias de enseñanza-aprendizaje inclusivas, emerge Blackboard Ally. Una aplicación única que se combina de manera sencilla con cualquier plataforma de aprendizaje online para agilizar los flujos de trabajo utilizados por administradores, instructores y estudiantes.
Esta solución educativa ofrece la posibilidad de cambiar el formato en el que se presenta el contenido en tan solo un par de clics para que sea el alumnado quien decida cómo consumir el material. Sus formatos alternativos incluyen audio en mp3, JavaScript optimizado para dispositivos móviles, ePub, braile electrónico, así como versiones traducidas para el material educativo que utiliza algoritmos sofisticados de aprendizaje automático para ponerlos a disposición de todas las y los estudiantes del curso.
Ally ha sido diseñado para ayudar a las instituciones a obtener una mayor comprensión de la accesibilidad de su contenido, proporcionando orientación al profesorado sobre cómo mejorar la calidad de su contenido y ahorrar tiempo y recursos. Por eso, les informa sobre la usabilidad del material de sus cursos, identifica los problemas de accesibilidad y les orienta para abordar los problemas encontrados ayudándoles a que sus contenidos sean más accesibles.
Blackboard Ally no solo te permite cumplir con los criterios de accesibilidad al material pedagógico, sino que contribuye en la homologación satisfactoria de proyectos educativos y acreditación de cursos ya que se ajusta a los objetivos y requerimientos exigidos por las instituciones responsables. Ally ofrece informes de accesibilidad de los contenidos de los cursos de toda la institución posibilitando conocer y comprender en profundidad el estado de los materiales didácticos y su evolución desde el punto de vista de la accesibilidad. Blackboard Ally, como herramienta pionera en informes institucionales sobre la accesibilidad del material pedagógico, pretende aportar una visión detallada de todos los contenidos de todos los cursos que ayude a la organización educativa a evaluar el estado de los materiales y determinar la necesidad de medidas adicionales para mejorar el aprovechamiento y fin de los materiales.
La educación, un derecho fundamental
Cada vez son más las universidades y escuelas que se hacen eco de la situación de accesibilidad en sus centros y apuestan por tecnología educativa para seguir garantizando una educación inclusiva y de calidad. Con este fin, Blackboard Ally interactúa con los sistemas de gestión del aprendizaje sin esfuerzo para que tanto el profesorado como el alumnado puedan apoyarse en esta herramienta para mejorar la calidad de su contenido y sus experiencias didácticas.
En definitiva, si no somos capaces de garantizar una educación accesible para el alumnado, su pleno potencial no será accesibles ni para docentes, ni para el resto del mundo. En consecuencia, si no contribuimos en que todo nuestro alumnado tenga las mismas oportunidades para acceder al contenido, no estaremos contribuyendo en un principio más que asumido por todas y todos, que es el de hacer que la educación sea universal y accesible para cualquier persona. ¿Contribuyes en el acceso al contenido?